III ARICO TRAIL

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III ARICO TRAIL:


Nos llegan las noticias desde la Villa de Arico sobre el III Arico Trail, celebrado en dicho municipio.

En el día  24 de Febrero, tomó la salida un corredor del club Tazami Running el joven José Ángel, en el que el nombre de este club su indicación a TAZAcorte y nuestro Santo Patrón San Miguel.

La Villa de Arico es un municipio de la isla de Tenerife en la que habitan unos 8 mil habitantes aproximadamente, su Iglesia de San Juan Bautista y su entorno constituyen el conjunto arquitectónico más destacado de esta Villa. Enmarcado por pinares y tabaibas la Villa de Arico es un lugar donde el silencio se hace eco de las profundas oquedades. Su naturaleza y es un mundo distinto que penetra en los sentidos, tierras recorridas por las coladas volcánicas, surcadas por los profundos barrancos de la Madre del Agua y del Río en las que los bancales permiten el cultivo de vid y de tomates. (Información recopilada de la página web de esta Villa)



El corredor José Ángel nos cuenta desde Tenerife, que la III Trail Arico en los  km 5 al 10, tiene un gran desnivel y una subida bastante dura hasta la llegada del primer avituallamiento que luego la carrera comenzaba a mejorar sus tramos, realizo los 21 km en un tiempo de 3h:10, ha encontrado un pequeño defecto que son los avituallamientos y en la Organización, pero eso son quejas de muchos corredores que participan en la isla chicharrera.

Tras leer algún artículo, nos enteramos que alguien retiró balizas de señalización de la carrera, lo que hizo que se perdieran un grupo de corredores incluso algunos grupos de cabeza quitadas por parte de la organización, no sabemos con que finalidad fue, pero es una lástima que haga eso en este precioso deporte.
Esta es su experiencia como su primera carrera:



La verdad es que el recorrido está bastante bien, lo que era más dura de lo que me imaginada. Nada más comenzar, a los pocos kilómetros, encontré un avituallamiento por sorpresa, pues no estaba contemplado que hubiera más que uno. Iba aún fresco, por lo que comí un par de trozos de naranja y seguí hacia adelante.
Hacia el kilómetro 5, encontré la famosa subida de la que tanto había escuchado por su dureza, pero pensé que era ese trozo que veía y listo, que lo demás era suave... Y no fue así. Desde ese kilómetro hasta el 10 viví un auténtico infierno. Era todo hacia arriba y con un desnivel que nunca antes había corrido... Mis piernas me fallaban y tenía que parar y coger aire varias veces. Pensé en retirarme varias veces. Aquí noté la muy buena gente que practica este deporte, pues todos se preocupaban por mí y me daban ánimos para que siguiera.
Paso a paso, llegué al maldito avituallamiento que estaba en la cima, en el cual nada más llegar me dicen que el agua está agotada. Me quedaba sólo medio litro de agua para el resto de la carrera. Además, con la comida también me dijeron que dejara para los que venían por atrás. Una vergüenza en este aspecto la organización.
Y llegó la bajada, en la cual tiré tanto como pude para poder recuperar el máximo de posiciones que pudiera. Por el camino encontré a Jesús, el cual fue presente de mi enfado con la organización por el motivo del agua... Pasé a varios, de los cuales algunos de ellos fueron los que se preocuparon por mí en la subida. Uno me llegó a decir que le sorprendía que no hubiera abandonado.




A falta de 2-3 km aproximadamente encuentro por sorpresa otro avituallamiento en el que había agua. La organización, desde mi punto de vista, intentó minimizar la gran cagada. Mejor eso que nada, en verdad. Y de aquí en adelante, tocó afrontar las últimas bajadas para llegar a meta. No pensé que llegara...





Darles las gracias a todos por vuestros ánimos, y sobre todo a otro compañero más del club Tazami Jesús una vez más, que sin su ayuda no sé cómo me las hubiera arreglado... Ahora a seguir preparando la Transvulcania, que es el siguiente reto.